miércoles, 26 de diciembre de 2012

Discriminación Laboral En Chile


La discriminación laboral consiste en toda distinción, exclusión o preferencia de trato, que es ocurrida con motivo o con ocasión de una relación de trabajo, esta se basa en un criterio de raza, color, sexo, religión, sindicación, opinión política o cualquier otro que se considere irracional o injustificado, y que tenga por efecto alterar o anular la igualdad de trato en el empleo y la ocupación”[1]
Hombres y mujeres no hemos nacido iguales. Quizá es en el mercado laboral donde las diferencias son más evidentes. La escolaridad media de hombres y mujeres mayores de 15 años en Chile es casi idéntica, y esas diferencias no existen en la fracción de estudiantes menores de 24 años. Sin embargo, la participación laboral femenina es mucho más baja que la masculina: 42,3% de las mujeres participa versus el 70,7% de los hombres”[2]. Esta brecha existe en todos los países. Y aunque la intervención femenina se ha elevado en los últimos censos, la tasa en Chile es más baja que en países de desarrollo similar.
Las disparidades de género en este mercado son heterogéneas. Las mujeres pobres tienen trabajos más esporádicos e informales y un mayor desempleo. Las profesionales escogen ocupaciones de menor remuneración. Su ingreso a la fuerza laboral es tardío y no es extraño que la dejen después de la maternidad. Por último, hay discriminación salarial en todo el espectro: a un mismo nivel de educación y experiencia para la misma tarea, hombres y mujeres perciben distintos sueldos.
La disponibilidad de cuidado para los hijos es crucial para las mujeres más pobres. Según la Casen, el 13% de las mujeres entre los 20 y 29 años del quintil de menores ingresos no busca trabajo porque no tiene con quién dejar a sus niños. Sólo el 4,7% del mismo segmento etario del quintil más rico tiene ese problema”[3].



VARIABLES QUE EXPLICAN EL COMPORTAMIENTO FEMENINO EN LA PARTICIPACIÓN LABORAL

·         Edad:
La mujer se incorpora al mercado de trabajo en mayor cuantía entre los 16 -19 años y los 20-24. En el tramo 25-29 años, la tasa decrece, pero el descenso más brusco se produce entre los 30-34 años, lo que refleja la incidencia de la variable "estado civil". El matrimonio y el nacimiento del primer hijo, son hechos que favorecen el abandono de la actividad por parte de la mujer.

·         Estado Civil:
El papel de la mujer como reproductora es considerado más importante que el papel como productora en el mercado. Esto hace que la mujer cambie de papel y pase de productora a reproductora al cambiar de estado civil. El perfil de la mujer no soltera refleja un incremento en la participación hasta el tramo 45-49 años.

·         Nivel de Estudios:
La educación aumenta la probabilidad de que la mujer forme parte de la población activa. Este mayor nivel, frena la salida de la misma de la actividad económica. Parece claro que a medida que la mujer incrementa su nivel educativo, aumenta su participación en el mercado laboral.





[1] Descripción según OIT (Organización Internacional del Trabajo).
[2] Fuente: Encuesta Casen 2009 MIDEPLAN. “ Participación Laboral de la mujer (Fuerza de trabajo)”
[3] Fuente: Encuesta Casen 2009 MIDEPLAN “ Principales razones para no buscar trabajo”

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