Abriendo Caminos es uno de los programas de apoyo psicosocial de
Chile Solidario y está dirigido a familias con niños y adolescentes en
situación de especial vulnerabilidad.
La influencia de los entornos familiar y comunitario sobre el
desarrollo de los niños y los jóvenes es fundamental, tanto para proveerles las
condiciones que necesitan para crecer y desarrollarse, como para aportarles
pautas y modelos que les permitan fortalecer su aprendizaje social.
La separación forzosa de los integrantes de la familia, como la
que se produce por efecto de la encarcelación de una persona, perturba las
condiciones del sistema familiar para cumplir cabalmente con su tarea
principal, que es la de proveer cuidados a los miembros más vulnerables, en
este caso sus niños. Es ahí donde la tarea del sistema de protección social
adquiere especial relevancia, porque al aumentar las condiciones de riesgo de
los niños y adolescentes, se deben redoblar los esfuerzos por acercar a las
familias aquellos recursos y oportunidades que les permitan apoyar a sus niños
y procurarles niveles máximos de bienestar.
Por esta razón, el Programa Abriendo Caminos de Chile Solidario
ha hecho una apuesta estratégica: acompañar a las familias, a partir de
Consejeros Familiares especialmente orientados al apoyo de representantes
familiares, jefes y jefas de hogar que, asumiendo el rol de cuidadores
principales de los niños, requieren orientación y recursos para cumplir con ese
propósito. Y, junto a ellos, los Tutores infanto juveniles, profesionales y
educadores destinados específicamente a trabajar con los niños en la
construcción de habilidades para la vida.
Al igual de otros programas de Chile Solidario, Abriendo Caminos
es un servicio especializado de acompañamiento familiar personalizado, cuyo
propósito central es evaluar el estado en que se encuentran algunas condiciones
mínimas de calidad de vida de la familia y sus integrantes, especialmente los
niños. Y, entregar orientación y consejería para apoyar al grupo familiar en el
mejoramiento de sus condiciones presentes, en la medida que esto beneficia
directamente a los niños.
Los destinatarios principales del programa son los niños y niñas
(de 0 a 18 años de edad) en situación de vulnerabilidad, que forman parte de
familias donde hay personas que se encuentran privadas de libertad, es decir,
que se encuentran cumpliendo condena en algún recinto penitenciario.
Para prestar este servicio, Ministerio de Desarrollo Social,
suscribe convenios de transferencia de recursos con instituciones privadas o
estatales que se convierten en ejecutoras del Programa y se encargan de atender
a las familias, durante dos años.
Un equipo multiprofesional, se encarga de efectuar visitas al
domicilio de las familias, para trabajar con los adultos a cargo del cuidado y
crianza de los niños y con los propios niños, ya que intervienen consejeros
familiares que realizan el trabajo de orientación y acompañamiento a la
familia, y tutores que son los que hacen el trabajo directo con los menores de
edad. Además, profesionales de especialidad, como psicólogos, psicopedagogos,
terapeutas ocupacionales y abogados, complementan el trabajo de consejeros y
tutores, cuando los casos así lo ameritan.
Durante 24 meses, profesionales y educadores construyen vínculos
de apoyo al brindar orientación y consejería para ayudar a la reorganización
del sistema familiar y su vinculación con otras redes que ofrecen posibilidades
de asistencia especializada o permanente. El objetivo de este trabajo a nivel
de familia, es fortalecer el tema de la responsabilidad parental, a fin de
lograr entornos protectores y responsables del cuidado efectivo de los niños.
El objetivo con éstos, por su parte, es fortalecer competencias y afianzar
habilidades para la vida.
Las instituciones en convenio con Ministerio de Desarrollo
Social, actúan como entidades ejecutoras de Chile Solidario. Son ellas quienes
se relacionan con los centros penitenciarios y con las redes locales de
servicios, particularmente las municipalidades.
Los casos que ingresan al Programa son postulados a Chile
Solidario, por los propios centros penales o instituciones especializadas que
tomando conocimiento de situaciones críticas o de alto riesgo para los niños,
realizan la derivación. Existiendo cupos disponibles y verificándose en el
domicilio la presencia de estas situaciones, las familias son incorporadas a
Chile Solidario a través de este programa por las instituciones ejecutoras.
Fuente: http://www.chilesolidario.gob.cl/abriendo_caminos/programa/prog1.html
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